martes, 28 de abril de 2015

Lecciones del Maraton de Boston 2015


Lecciones del Maratón de Boston.
  •  En este maratón el ritmo lo es todo. Vigila bien tu ritmo y asegúrate que puedes ir monitoreándolo a lo largo de la competencia. En este maratón no lo hice de manera integral, es decir solo iba viendo km tras km y no el promedio. Esto lo que ayuda es a ver qué tan corto o sobrado te estas quedando en tus metas.

  • Colina Colina y más Colinas. Son básicas en el entrenamiento. El reto en las colinas es no bajar el ritmo al que vas corriendo. La última colina me costó mucho mucho mucho trabajo. Por ello es que debo de trabajar mucho en ello.
  • Hay que practicar los cierres de la carrera. Las 3 horas las perdí ya que del Km 33 al 42 no pude alcanzar la velocidad a la que debía de estar corriendo.  Dicha distancia (9Km) la tuve que haber hecho en 37:18, los hice casi en 39:30. 
  • Corre en línea recta. Al final de la carrera el GPS marcaba casi 42.7 es decir corriste casi 500 metros más, eso son un poco más de 2 minutos que pudiste haberte ahorrado.
  • No pierdas la concentración. Por más que intento recordar los últimos 5 kilómetros me cuesta mucho trabajo hacerlo. Tengo destellos muy vagos, con lo cual estaba yo muy concentrado en terminar. Lo que no estaba haciendo yo en ese momento era estar concentrado en lo que había que hacer en ese momento para terminar más rápido. En ese momento creo que debí de estar mucho más mentalizado en hacer a un lado cualquier fatiga e intentar correr a un mejor ritmo. Se dice fácil pero por ello es muy importante trabajar en los cierres. Fortaleza de mis piernas y que la mente trabaje de manera adecuada en los momentos en que más se le exige.
  • Trabajar cierres de carrera. Del 1 al 21 lo hago bien. Tal vez debiera cuidar no perder algunos segundos por Km que luego pueden llegar a ser hasta unos 30 segundos. Quizá buscar terminat el medio maratón un poco más rápido -aunque para ser honestos cumplí casi con exactitud los tiempos previstos del Km 1 al 25. 
  • Es un recorrido técnicamente complejo que requiere de preparación en todos los sentidos. Entrené muy pocas colinas y eso me costó el tiempo.
  • Los últimos 5 kilómetros hay que correrlos a punto de "guacara". Son los últimos 5km, es el lugar en el cual los campeones dejan los pulmones y las piernas. Es el momento para el cual te entrenas. En mi caso no recuerdo haber hecho esto, más bien me sentía ya conforme con terminar y dejé del lado la parte en la cual en los últimos 5K uno entrega todo lo que le queda. 
  • No hay que entrenar más sino que hay que entrenar mejor. Buscar suplir mis deficiencias de fuerza tanto física como mental.
 







miércoles, 25 de junio de 2014

Reseña del Maratón de Duluth (Grandma's Marathon)




Fue un Maratón complicado. Escribo esta reseña ya que quiero tener frescos algunos de los eventos que aquí me sucedieron. Francamente no recuerdo si esto mismo lo he sentido en los 8 maratones que anterior a éste he corrido. Lo que si no recordaba es que fuera tan pesado.

El maratón anterior fue el de Toronto el cual terminé en 3:13 habiéndome preparado para correrlo en 3:20 y decidiendo la semana antes del mismo buscar hacerlo en 3:15. En ese maratón hubo un corredor para darnos el ritmo para llegar e ese tiempo. En el maratón de ayer el corredor que marcaba el ritmo más bajo era el de 3:05. Originalmente esa era mi meta, pero viendo lo sucedido en Toronto me aventé desde un inicio a tratar de terminarlo en 2:59 minutos. Al final no lo logré pero si termine en 3:02:38. Mi mejor tiempo. Hay lecciones que aprender.

Ese día me levanté a las 4am y desayune un plato de pasta del día anterior. Ya estaba frío y algo tieso pero ahí estaban los carbohidratos. Tome un Gatorade y después de pasar un rato sentado comencé a vestirme y  preparar mi mente para lo que hasta el día de hoy es la carrera de mi vida. Lo digo así ya que espero poder romper la marca de las 3:00 antes de que concluya este año.

El clima no fue del todo fácil aunque dejo de reconocer que fue más favorable que complejo.

Había una llovizna leve, la cual complica ya que correr con zapatos mojados hace a los pies más susceptibles de tener ámpulas. La temperatura estaba en cerca de los 4 grados centígrados. Había que ir preparado para la lluvia por lo que llevé mis zapatos de carrera en una bolsa bien protegidos. Llevaba puestos unos que podían mojarse para el tiempo de espera al arranque. También llevaba otra muda completa de ropa incluyendo calcetines. No para cambiar durante la carrera sino para estar seco el mayor tiempo posible. A final la lluvia, muy leve, se hizo presente los primeros 2 o 3 kilómetros. Luego afortunadamente ya nunca estuvo presente. Había una neblina densa que no permitía ver más allá de unos 100 o 200 metros. Esto en mi opinión favoreció ya que había tramos muy largos en recta y pienso que verlos psicológicamente habría hecho que la mente poco a poco comenzara a jugarle juegos a uno.

La carrera comenzó bien y yo me sentía muy bien. De inmediato pude darme cuenta que el recorrido, aparentemente plano y con sólo unas dos o tres colinas de muy baja inclinación no era así. Vamos, no era montaña tras montaña pero si hubieron más colinas y pendientes de las que tenía contemplado. Esto no tanto por no poder con ellas sino que en el intento de mantener mi ritmo de 4:12 minutos por kilómetro ha a que cuidar la velocidad en estas subidas y bajadas para que al final cada kilómetro se contabilice en el tiempo esperado.

El tiempo se fue muy rápido y pronto estábamos ya en el kilómetro 5. No recuerdo bien el dato pero me parece que pase por ahí a los 21:30 de haber arrancado. El ritmo para el que me había entrenado era de 4:18 e iba 5 segundos por kilómetro más rápido -lo necesario para estar debajo de las 3 horas de carrera.

En un abrir y cerrar de ojos habíamos llegado el kilómetro 10 y recuerdo que lo habré corrido en 41:53. Recuerdo haber pensado en lo bien que iba y lo bien que me sentía. Pensé mucho en Carolina a quien cada vez que pasaba por los registros tiempos le debió llegar un correo con las actualizaciones de donde estaba. También pensé en Cuauhtémoc Santa Ana (mi Coach, P.R. 2:53) quien desde su computadora habrá estado echando varias porras. Me sentía bien y ya me había integrado con un grupo de corredores con quienes estuve junto hasta, posiblemente el kilómetro 28 o 29 cuando mi ritmo comenzó a bajar.

Tal vez fue por la concentración que llevaba en estar cumpliendo mis splits de tiempo que no recuerdo mucho de lo sucedido en los primeros 21 kilómetros y de repente ahí estábamos en el kilómetro 21.1, es decir, el medio maratón. Lo cumplí en un tiempo de 1:28:44 y no pude dejar de pensar en que si lograba mantener el ritmo estaría ahí en 2:57 (Dos horas y cincuenta y siete minutos). Me sentí contento pero no baje la guardia de la concentración que había que mantener.

Saber que llegas a la mitad es algo reconfortante. Aunque hora que lo pienso si hubo varios momentos entre los kilómetros 10 y 20 que comencé a sentir un poco de fatiga incluso momentos en que pensaba en que de seguir con este ritmo posiblemente no terminaría en el tiempo deseado y que por momentos habría que caminar y echar por la borda todo por lo que había trabajado durante más de 6 meses.

A pesar de estos pensamientos negativos aisaldos en mi mente, ésta seguía al mando y mis piernas continuaban al ritmo de 4:12 por kilómetro. Si bien uno va en su carrera no pude dejar de notar que en ciertos puntos había gente muy emotiva, pero sólo en muy pocos lugares. La carrera de llevó a cabo en un bosque maravilloso.

Esperaba con ansias llegar a la ciudad y escuchar a toda la gente que tantas veces leí estaría ahí. No recuerdo exactamente en donde fue pero comencé a ver que mi ritmo comenzaba a bajar y de 4:12 fui a 4:14 luego a 4:15 después 4:17 y cuando vi un 4:23 minutos por kilómetro tuve que tomar una decisión que posiblemente fue lo que hizo que pudiera terminar la carrera en el tiempo que lo hice. Olvidar la idea de romper las 3 horas y concentrarme en terminar la carrera.

No cabe duda que la segunda parte del maratón es mental. Principalmente los últimos 10 kilómetros aunque para mí fue desde antes. Mi objetivo cambio y se tornó en ninguno otro más que correr cada kilómetro que faltaba en 4:20 kilómetros por minutos. Con el tiempo que llevaba sabía que si lo hacía estaría llegando por debajo de los 3:05. Era una cuestión de constancia y no dejar que el cuerpo se diera por vencidos no dejar que la mente fuera vencida. Fue complejo y muy complicado ya que comencé  a sentir una pesadez en las piernas que no me dejaba avanzar. Sin embargo no dejaba de sorprenderme que a pesar de ello mi ritmo seguía siendo el mismo.

Cerca del kilómetro 34 comencé a ver más gente pero no gritaban ni echaba porras. Si bien uno va concentrado eso para mí es un gran incentivo para seguir adelante. Básicamente fui yo el que les gritaba que gritaran. Estaba yo muy cansado y pensando en que había que seguir.

A la distancia comencé a ver un corredor que más bien era una mujer que iba más o menos a mi ritmo y me mentalicé en seguirla hasta la meta sin descuidar mi velocidad.

De pronto llegamos a la Milla 22, que viene a ser el kilómetro 35.4 en dónde hubo una subida interesante, no la gran subida, pero con 35 kilómetros en la espalda fue difícil sobrepasarla. Tengo que revisar pero creo que ese kilómetro lo habré hecho en 4:50 minutos. No obstante sabía que era el último gran obstáculo para llegar a la meta.

Como tal no lo era ya que faltaban todavía 6 kilómetros más pero había que darle un incentivo a la mente para correr esa subida que tendrá una longitud de unos 800 metros. Una vez del otro lado y sabiendo que quedaban 6 kilómetros comencé a buscar energía de donde pudiera sacarla.

Pensé en seres querido, los que están y los que ya no están. Pensando en las cuantas e inimitables veces había corrido esa distancia en mi entrenamiento pesando en esos últimos 7 u 8 kilómetros de la carrera.

Las piernas cada vez sentían más pesadas y había llegado el momento de pensar y resolver la situación un kilómetro a la vez. Faltaban ahora 5 y después 4, el ritmo iba bien aunque ya algunos kilómetros comenzaba a salir en 4:23 pero habiendo cálculos mentales sabía que aun así, perdiendo 3 segundo por kilómetros estaría ahí en 3:03.

 Lo que más tengo presente es que al llegar a la ciudad vi una recta interminable que posiblemente tenía unos 2 kilómetros de largo. Habrá sido del kilómetro 39 al 41. En este momento el incentivo de llegar a la meta es tremendo. Cuando faltan 3 kilómetros uno no deja de pensar en que no es una distancia mayor a la que hago en cada sesión de calentamiento previo a cualquier  rutina. Eso ayuda, pero la recta ahí seguí había que hacer algo para distraerme. La gente gritaba pero no lo suficiente saqué mi bandera de México y comenzó a ondearla mientras corría eso me distrajo y me dio fuerzas.

 Eventualmente llegue al kilómetro 41 la recta había quedado atrás pero comenzó a sentir que una pierna daba indicios de un calambre. Como tal nunca sucedió pero si sentí un ligero jalón. Era el momento en que dar ese pequeño extra le puede redituar a uno unos cuantos segundos en su tiempo final pero decidí no arriesgar por el ligero jalón que sentí.

Faltaba a lo mucho unos 500 metros para terminar pero no recuerdo bien lo que vi o sentí.

Seguro había mucha gente pero creo que cuando uno se concentra en lo que está haciendo todo eso que pasa a su alrededor pasa a un segundo plano y es eliminado.

Recuerdo haber visto a la distancia la meta y el reloj que marcaba 3:02:35 o 36 apresure el paso para poder cruzar por debajo de las 3:03.

Si bien el registro del chip que llevaba conmigo marcaría mi tiempo real, ese sería el tiempo para la fotografía, corrí a toda velocidad y antes de darme cuenta estaba yo del otro lado de la meta.

Lo había conseguido. Había terminado. El tiempo en ese momento pasaba a un segundo plano.

Había concluido una prueba muy difícil y de la cual por varios momentos consciente o inconscientemente, pensé que no terminaría sin haber caminado algún tramo. No obstante esos pensamientos,  no sucedió y al cruzar la meta me sentí muy bien. Caminé un poco y al recuperar la bolsa con mis pertenecías me cambié por ropa limpia y seca. El maratón había concluido. No el más pesado de los que he corrido pero sin duda una prueba más compleja de lo que había estimado y de la cual saqué las lecciones que, entre otras, menciono a continuación:

  • A medida que los tiempos bajan cada vez es más importante entrenar el cuerpo para correr en el ritmo adecuado. El tema de la altura ayuda pero la realidad es que en este maratón o no me entrené bien (cosa que en mi opinión no fue ya que hice el 95% del entrenamiento) o el entrenar a mayor altitud complementa pero ya no tanto como para bajar 5 minutos del tiempo de los 42 kilómetros.
  •  Los primeros 30 km iba bien manteniendo un buen ritmo y con una tiempo final proyectado de 2:58. Saqué los 10Km en 41:53 y el medio maratón en 1:28:44
  •  No obstante todo ello por ahí del kilómetro 28 comienzo a notar que mi ritmo poco a poco descendía y de estar haciendo kilómetros en 4:12 baje a 4:14 y de ahí a 4:15 y luego 4:17. Tuve que tomar la decisión de bajar el ritmo y renunciar a la meta secundaria para así preservar la original que incluía el tiempo para entrar al Maratón de Boston.
  • Para el siguiente entrenamiento es básico entrenar colinas. Sentí que en un punto (Km 34 - 35) las pierna ya no me daban y me costaba mucho trabajo seguir adelante. Esto no lo sentí tanto en Toronto o tal vez ya no me acuerdo.
  • No hay que confiarse de experiencias pasadas. Creo que Toronto lo corrí tan bien porque tenía muy fresca la dolorosa experiencia del Maratón de Miami.
  •  No olvides la dolorosa experiencia del Maratón de Duluth. No fue tan relajado como lo habías visualizado. Tuvo fuertes complejidades.
  •  Hay que prepararse cada vez mejor. Mejores tiempos implican mejor preparación y alimentación.
  •  La segunda parte de cualquier maratón está muy cabr…. No hay que subestimarla. Entre los kilómetros 21 y 30 fácilmente se puede perder el ritmo.
  •  Del kilómetro 31 al 42 se “sufre” y se “sufre” bastante así que hay que estar mentalizado, pero sobre todo preparado físicamente, para que las piernas den lo que tiene que dar.

22 de junio de 2014.

P.D. para tener una idea, acabar el maratón en este tiempo implica un ritmo constante de carrera durante los 42.190 Km de 13.9 Km/h.


domingo, 23 de marzo de 2014

A 20 años de la muerte de Colosio.

Hoy se cumplen 20 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Son de los días que uno se acuerda de hasta de los más mínimos detalles. Fue ese día en que mi interés por la política y hace algo de este país surgió en definitiva. Es triste como 20 años después ese interés ha disminuido. No por hacer algo de este país sino de participar a través de los medios que hoy tenemos a disposición los ciudadanos. En ese entonces tenía yo 17 años. Hoy a mis 37 veo que el entorno y lo que tal vez uno debe de hacer para poder estar ahí implica ciertos costos que hoy no estoy dispuesto a asumir. Tal vez en unos años. Aunque siempre me pregunto si no será demasiado tarde. Ese día que fue un martes estaba yo preparándome para ir a un entrenamiento de fútbol en las canchas de la Villa Olímpica mi entrenamiento comenzaba a las 7:30 de la noche así que no fue hasta después, pero ahora que recuerdo posiblemente durante, que alguien comento que habían agredido al candidato. No fue sino hasta que llego mi papá por mi que pusimos el radio y nos entramos de la dimensión real del hecho. Fue entrada la noche, tal vez como a eso de las 10, de la noche que salió Liebano Sáenz a decir que  Luis Donaldo había muerto. Fue un momento que no olvidaré. Al día siguiente se suspendieron clases y no hubo actividad comercial. Era importante poner una pausa para poder comenzar a implementar las medidas emergentes que iban, desde la estrategia ante la fuga de capitales que se daría al día siguiente, hasta comenzar el proceso de designación del nuevo candidato del PRI y quien sin duda sería el siguiente presidente de México. Los candidatos que se mencionaban: Fernando Ortiz Arana y Ernesto Zedillo Ponce de León. Habían otros candidatos que seguramente eran cartas más fuertes, sin embrago, la restricción constitucional de haber estado separado de cargo público 6 meses antes de la elección los impedía a contender. Muy probablemente se consideró la idea de hacer la reforma constitucional sin embrago esta no se planteó tal vez por falta de consenso.


Que habría sido de México si él hubiera llegado a la presidencia? Es triste decirlo y, a pesar del mito que a raíz de su asesinato sin duda se creó, pienso que las cosas no serían tan distintas de como hoy lo son. Esto más que nada en términos de los males que más nos aquejan como país. En mi opinión son: la educación que como individuos pero sobre todo que a nivel idiosincrasia de país tenemo, el rezago social ancestral de gran parte, si no es que de la mitad, de los habitantes de este país. 


Posiblemente el destino habría sido distinto para Ernesto Zedillo quien se perfilaba como el hombre fuerte de Colosio y que en mi opinión habría sido su Secretario de Hacienda. ¿Habría sido él quien fuera sacrificado tras la crisis de Diciembre de 1995? Tal vez el PAN no hubiera accedido a la presidencia en el año 2000. Sea lo que sea son de las cosas que uno jamás sabrá.


Lo que si es un hecho es que para la Familia  Colosio, especialmente para sus hijos Mariana y Luis Donaldo fue un hecho trágico que les arrebató a su padre y que meses posteriores tras la muerte de su madre víctima del cáncer los dejo a la deriva. 


Hoy a 20 años de este hecho muy lamentable los recuerdo con la esperanza de que tal vez mis nietos o bisnietos puedan ver un país con una forma de pensar y de actuar distinta. No me resigno, sin embrago soy realista. En tanto la tendencia no se revierta los ideales de  Luis Donaldo Colosio y de muchos mexicanos más, me incluyo, no se verán materializados en un México más próspero y educado.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Ojalá y que Enrique Peña y Miguel Mancera pudieran escuchar lo que hoy me dijo un policia de tránsito en el Distrito Federal

  • Ojalá Enrique Peña, Miguel Mancera y parte importante de la clase gobernante de este país puideran escuchar lo que me dijo un policia de crucero en el Distrito Federal. 
  • El destino me puso junto a ellos y decidí preguntarles el por qué de su inactividad ante las flagrantes y constantes violaciones al ordenamiento que ellos debían de proteger. Su respuesta me hizo ver la realidad de muchos de nuestros males. "ES QUE ES MUY DIFÍCIL" 
  • "Mire joven, -introducción que yo pienso les obligan a memorizar en el colegio de policías para poder iniciar el diálogo con un ciudadano- yo lo entiendo pero mire si al Gobierno que es la autoridad máxima no la respetan cómo nos van a respetar a nosotros". 
  • Me gustaría que pudieran darse cuenta como la supuesta tolerancia en contra de los actos vandálicos y de afectación a terceros en días recientes tiene completamente desmoralizada a la tropa que supuestamente es garante de la seguridad de nuestras leyes e instituciones. 
El día de hoy, en una conversación que sucedió durante una parte de los eternos 60 segundos que para muchos impacientes automovilistas dura aquel semáforo que pasados los 37 segundos desde que la luz verde se transforma en roja, y que ésta, al interior de su impacientada mente, vuelve a ser verde  (sin que aún pasen los laaaaargos 13 segundos restantes) los lleva a cometer un sin número de violaciones al reglamento de tránsito, pude sentir, pero sobre todo registrar el que, en mi opinión, es uno de los cánceres más grandes que aquejan a la sociedad méxicana: la falta de respeto a la autoridad, ya sea individualizada en una autoridad, como por ejemplo la de tránsito; o como la forma más pura de ésta, que en mi opinión, radica en los ordenamientos legales que imperan en nuestro País.

Ojalá Enrique Peña, Miguel Mancera y parte importante de la clase gobernante de este país puideran escuchar lo que me dijo un policia de crucero en el Distrito Federal. Me parece que en este diálogo que intenté registrar y no olvidar se ejemplifica la gravedad, pero sobre todo, la tendencia tan negativa en la que al día de hoy, por los desaciertos y concesiones de la clase gobernante, la mayoría de los ciudadanos  estamos condenados a vivir en un país en donde el imperio absoluto de la ley se encuentra aún lejos de llegar.

La situación, querido lector, fue más o menos la siguiente.

Hoy domingo al estar en un cruce de dos avenidas conflictivas en el poniente de la ciudad me llamó mucho la atención ver a dos policias de tránsito alrededor de las 19:00hrs. Lo primero que me vino a mi mente era el gusto por ver a dos servidores públicos en el cumplimiento de su labor en el día que la mayoría de las personas estamos gozando a nuestros seres queridos o simplemente descansando y preparándonos para enfrentar una nueva semana. Lo que no sabía es que ahí se encontraba la siguiente entrada de mi blog. 

Al ver como todos los autos que se encontraban por delante del mío cruzaban sin temor alguna la luz roja, me pareció muy curioso que los representantes de la Autoridad no hicieran lo menos por disuadir a quienes violaban, flagrantemente, el reglamento que ellos habían jurado hacer cumplir mediante la protesta de ley que suscribieron al recibir el uniforme que los acredita como garantes de nuestro Estado de Derecho. El destino me puso junto a ellos y decidí preguntarles el por qué de su inactividad ante las flagrantes y constantes violaciones al ordenamiento que ellos debían de proteger. Su respuesta me hizo ver la realidad de muchos de nuestros males. "ES QUE ES MUY DIFÍCIL" Un ¡¡¡¡ QUÉ !!! rotundo estalló en mi mente. introducción que yo pienso les obligan a memorizar en el colegio de policías para poder iniciar el diálogo con un ciudadano- yo lo entiendo pero mire, si al Gobierno que es la autoridad máxima no la respetan cómo nos van a respetar a nosotros". Esta frase me dejó frío, es como decir que la batalla no merece la pena lucharla y que ya las cosas están perdidas. Básicamente me dijeron que sabían y estaban resignados a ser un cero a la izquierda. ¡¡¡ Pero ¿¿CÓMO??, si son la Policía !!!
De manera sumamente calmada le pregunte a él que, cómo esperaban que la ciudadanía los respetara si ellos mismos no se daban a respetar mediante el cumplimiento del mandato que recibieron al momento en que recibieron su placa como oficiales de tránsito del Distrito Federal. Su respuesta, después del primer intercambio verbal, aunque ya no me sorprendió tanto, no ha dejado de hacerme ver como los hechos vistos en días pasados tienen un impacto tremendo en las bases de la sociedad de esta Ciudad.
Base en la cual ínter actúan la mayoría de las instituciones del Estado y los ciudadanos que formamos el grueso de la sociedad (me podría seguir pero ya voy a la respuesta). Aquí les va: "mire joven, -

¿Te imaginas escuchar alguna de estas dos respuestas  de alguna autoridad de tránsito como la Guardia Civil Española, alguna de las policias estatales de los Estados Unidos o de parte de la Polizei Alemana?

Lo más grave de todo es ver como las acciones y reacciones de quienes detentan el mando político tanto del Distrito Federal como de la Presidencia de la República Mexicana tienen un efecto directo en la desmoralización de estos dos oficiales de tránsito (que muy probablemente se ha extendido a miles de policías y servidores públicos). Que la autoridad no percibe que darse a respetar como tal en un cruce de dos avenidas importante es relevante para tener una sociedad más ordenada.

Pensé en mi cabeza la respuesta que daría a este derrotado oficial de tránsito y el cual, probablemente sin darse cuenta de ello, es sinónimo del sentimiento de fracaso y conformismo que aqueja a la autoridad. 

No me fue posible contestar ya que en ese momento concluyeron los 13 segundos que restaban a la luz roja. Pensé decirle que si esa era su forma de pensar tal ves debiera replantearse lo que hace actualmente. Probablemente dejar a otros portar ese uniforme que representa muchas cosas. Que no podría estar más de acuerdo en que las actitudes de las "Grandes Autoridades" no han hecho otra cosa más que permear muchos vicios hacia la base de la sociedad, pero que era en esa base, y en su caso, en esa esquina en donde podemos ver que cambiar las cosas si está en nuestras, y en este caso en sus manos. Si cada oficial de tránsito tomara a su esquina o cruce vial como la pedacito de México que le corresponde cambiar, efectivamente podría hacer algo por cambiar la realidad, al menos en el ámbito de respeto a la autoridad, que hoy todo parece indicar estamos condenados a vivir por muchos años.

Este es el relato de un encuentro que duró aproximadamente 13 segundo. Un relato que ojalá y personas que estén en la parte alta de nuestras instituciones de gobierno hubieran podido haber sostenido. Sería iluso pensar que leerán este texto pero en verdad me daría mucho gusto que lo hicieran.

Me gustaría que pudieran darse cuenta como la supuesta tolerancia en contra de los actos vandálicos y de afectación a terceros en días recientes tiene completamente desmoralizada a la tropa que supuestamente es garante de la seguridad de nuestras leyes e instituciones. Pudiera parecer que no pasa nada pero en verdad si pasa mucho, sin embargo, los efectos al no ser inmediatos no son relevantes ante los ojos de quienes detentan el poder político en esta ciudad. 

Es triste..., es muy triste... pero es una realidad que nadie puede ocultar.



viernes, 30 de agosto de 2013

¿Debiéramos estar preocupados? Yo lo estoy.

  • Estoy preocupado porque hoy más que nunca somos vulnerables, no solo como sociedad, sino también como ciudadanos en lo específico, como personas, como familias. 
  • El gobierno local ha exhibido su punto débil y esto tarde o temprano será aprovechado por quien busque la desestabilidad. 
  • Más allá de la notoria inacción por parte de las autoridades del Estado Mexicano, radica en ver la muy limitada capacidad de reacción de sus órganos de protección y seguridad.
  • Estado garante de mis libertades, de la paz social y el orden, ¿en dónde estás?

Estoy preocupado. Esa sencilla pero tan poderosa palabra que puede generar un sin número de sentimientos  al interior del cuerpo emocional de una persona.

Normalmente, y con el paso de los años, como persona al ir creciendo y madurando podemos afrontar de una manera más serena las adversidades que día con día se nos presentan en este largo, aunque nunca sabemos que tan largo, camino de la vida. Normalmente no suelo estarlo de manera permanente. Todos, indudablemente todos, tenemos esta clase de sentimientos en algún momento de este tránsito llamado vida. Sin embargo, esta es una preocupación diferente. Es una preocupación que radica de una percepción que desde hace un par de días no deja de rondar mi mente.

Como ha quedado de manifiesto, en estos últimos días una camarilla de no más de quince mil personas ha llevado a cabo una serie de hechos violentos para, supuestamente de manera pacífica, hacer uso de sus libertades de expresión al amparo de la Constitución General de nuestro país.

No es necesario entrar a hacer juicios sobre las actividades y actitudes asumidas por estos grupos. Basta con encender un televisor para que te puedas dar cuenta de las  conductas que este grupo  ha asumido a efecto de manifestar sus supuestas libertades. No obstante todo esto, la raíz de esta preocupación no tiene que ver con las actitudes que este grupo ha asumido.

Mi verdadera preocupación, más allá de la notoria inacción por parte de las autoridades del Estado Mexicano, radica en ver la muy limitada capacidad de reacción de sus órganos de protección y seguridad. Me parece que ha quedado expuesta una importante debilidad que en un futuro cercano, o lejano pudiera, ser aprovechada por este u otros grupos manipuladores a efecto de desestabilizar de manera social y política a nuestro País.

Este próximo fin de semana se llevarían a cabo varios espectáculos en la Ciudad de México. Por una parte celebraríamos un par de partidos de futbol. El día sábado se enfrentarían el Cruz Azul y el Querétaro, mientras que el día domingo se darían cita en Ciudad Universitaria los Pumas de la Universidad y las Águilas del América. Aunado a lo anterior, para el día 1 de septiembre se tienen previstas las ya tradicionales marchas del sector inconforme en turno. Esto último con la salvedad de que el grupo inconforme en turno, es uno que de manera gradual se ha venido radicalizando desde sus orígenes en el estado de Oaxaca, que continuamente manifiesta una constante escalada en sus niveles de radicalización pero sobre todo con quien el gobierno tanto local como federal no ha establecido un mecanismo válido de interlocución. Una situación muy parecida cuando en el año 2000 el movimiento, supuestamente universitario, se radicalizó en manos de unos pocos y mantuvieron cerrada, durante casi 1 año, nuestra querida Universidad Nacional.

No obstante, lo anterior no me parece, en este caso, lo más preocupante de la situación. Lo grave, me parece es, las declaraciones hechas por la autoridad de la Ciudad de México sobre que el número de elementos con los que cuenta la fuerza pública local no es suficiente para garantizar y contener los posibles brotes de violencia que pudieran surgir de un par de partidos de futbol soccer. Uno de ellos efectivamente con un historial importante de confrontaciones entre los seguidores de ambos equipos, y el otro Querétaro – Cruz Azul que no debiera presentar mayores inconvenientes debido a que la presencia del equipo Queretano en México es realmente muy pequeña. Posterior a estas declaraciones se procedió a solicitar que dichos encuentros sean reprogramados, lo cual las directivas de los 4 equipos acordaron hacer.

Con esto, como en un juego de estrategia, el gobierno del DF muestra a la persona observadora –y no tan observadora, como quedó de manifiesto el artero asalto a la Cámara de Diputados así como los bloqueos al Aeropuerto de la Ciudad de México, los límites que tiene en la posibilidad de resguardar el orden público en la Ciudad de México.

Qué bueno que no fueron dos concentraciones masivas y radicalizadas el mismo día. El Distrito Federal, sede de los poderes de la Unión nos hace ver a todos quienes aquí vivimos que en un caso como el que se plantea en este párrafo quedaríamos indefensos y a expensas de dos camarillas violentas que, como ha sido en el caso de los maestros del CNTE, no hemos visto aún su verdadero potencial vandálico y destructivo. En esta última semana le hemos dado una probadita pero sería importante consultar a la gente de Oaxaca sobre los verdaderos alcances de estas personas.

Estoy preocupado porque hoy más que nunca somos vulnerables, no solo como sociedad, sino también como ciudadanos en lo específico, como personas, como familias. El gobierno local ha exhibido su punto débil y esto tarde o temprano será aprovechado por quien busque la desestabilidad. No quiero sonar alarmista pero si soy realista. Me parece que el Estado Mexicano está obligado a demostrar que ante todo tiene la capacidad de garantizar la paz y el orden público. En estos días ha quedado lejos de hacerlo.

Vivimos en una sociedad cada vez más desigual. Una sociedad en donde las clases sociales cada vez se polarizan más. Una sociedad en la cual aún hay rezagos importantes en materia de educación  y que un número importante de actores políticos se aprovechan de la necesidad e ignorancia de miles para lucrar políticamente a su favor con la única intención de llegar al único sitio al que sus ambiciosos ojos miran: el siguiente cargo político, el siguiente presupuesto por administrar.

Estoy preocupado al ver como el México mejor que a algunos, y posiblemente, los más buscamos día con día cada vez se encuentra más lejos. Estoy preocupado al ver como el México que algún día heredaré y heredaremos a nuestros hijos va en franco retroceso social. Estoy preocupado al ver que el Estado Mexicano ha mostrado que es sumamente vulnerable ante cualquier movimiento des estabilizador. Estoy preocupado porque hoy, una mente malévola, sabría en dónde están las debilidades para encender la chispa de un estallido social.

Estado garante de mis libertades, de la paz social y el orden, ¿en dónde estás?


viernes, 23 de agosto de 2013

¡¡Ya Basta!!


  • Hoy como ciudadanos de esta ciudad, estamos condenados a ser rehenes de estos grupos y saber que nos encontramos a nuestra propia suerte ya que quienes debieran acoger los derechos de millones de personas hoy fueron sometidos por la ideología de la fuerza y la barbarie de un grupo que no llega a representar el 0.07% de quienes viven en el Distrito Federal.
  •  Me parece que tanto Enrique Peña  y Miguel Mancera tenían en sus manos una oportunidad histórica para demostrar que hoy en México hay una verdadera voluntad de aplicar la Ley y sentar un precedente en que no se puede hacer uso de una libertad de expresión en aras de la perturbación de las libertades de terceros así como el orden público.  
  •  Don Miguel Mancera, ¿decidiendo juntos? y a los millones de afectados por los bloqueos de la CNTE ya los consultó para juntos decidir qué hacer? 


Esta semana sería impensable dejar pasar la oportunidad para poder expresar mi sentir sobre los lamentables hechos que aquejan a la Ciudad de México. Durante los últimos días un grupo minoritario ha puesto contra las cuerdas a las autoridades locales y federales.
Y a mi parecer esto, aunque relevante, pierde importancia ante las molestias generadas hacia todos quienes aquí vivimos. A su vez, esto último pierde trascendencia ante la mujer que no pudo llegar a dar a luz a un hospital, el órgano que no pudo llegar a tiempo a salvar la vida de una persona, el herido que no pudo llegar a un hospital y que hoy ya no está con nosotros. Y por último, sin minimizar éstos últimos casos que, a los familiares de quienes los padecieron los dejarán marcados por toda la vida, está la manera tan artera en que la autoridad (a propósito sin mayúscula por que hoy ni eso se merecen) ha permitido que un grupo minoritario de ciudadanos inconformes trasgreda y viole los derechos de millones de personas a quienes supuestamente están obligados a garantizar, mediante el ejercicio de su función. Acaso ya se le olvidó, querida autoridad política,  aquella frasecita que al momento de jurar su cargo pronunciaró con tanta emoción? Por si acaso no la recuerda -que toda la evidencia parece sugerir que así fue- aquí le va:
Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen....y si así no lo hiciere que la nación me lo demande"
Pues señor autoridad, el día de hoy estoy seguro que la gran mayoría de quienes vivimos en esta Ciudad de México se lo estamos demandando. ¡¡Cumpla con su obligación constitucional!! ¡¡Cumpla con su palabra!!

Es triste pero más que triste es terrible que una vez más la aplicación de la Ley quede rezagada a negociaciones y sobre todo a un debate, discusión, o como ahora se les llama a una "mesa de diálogo". Señores, las leyes se dialogan en el Congreso de la Unión y una vez aprobadas, ustedes como autoridades están obligadas a cumplirlas y más que ello a velar por que éstas  se cumplan. Nadie los ha autorizado a negociar o flexibilizar su aplicación. 

La mayoría de ustedes, mis queridos políticos, nada más llegar al cargo se declaran Juaristas a ultranza (a pesar de que creo que pocos de ustedes saben la historia completa sobre este polémico personaje). Sin embargo bajo esa línea, les aseguro que hoy el Sr. Juárez al ver lo que hacen de la Constitución se está revolcando en el bonito mausoleo que tiene en el Panteón de San Fernando. A ver si hoy no va y les jala los piés.

Es triste muy triste ver como nuestro querido País sigue en dirección de franco retroceso. (Yo sé, mi querido lector del interior de la República, que no es bueno generalizar, sin embargo esta situación no es más que un reflejo de lo que sucede en la mayoría de los conflictos de este tipo que se presentan a lo largo de México.)

Me parece que tanto Enrique Peña Nieto (@epn), y Miguel Mancera (@manceramiguelmx) tenían en sus manos una oportunidad histórica para demostrar que hoy en México hay una verdadera voluntad de aplicar la Ley, y así sentar un precedente en que no se puede hacer uso de una libertad de expresión en aras de la perturbación de las libertades de terceros así como el orden público. Hoy como ciudadanos de esta ciudad, estamos condenados a ser rehenes de estos grupos. Debemos saber que nos encontramos a nuestra propia suerte ya que quienes debieran acoger los derechos de millones de personas, hoy fueron sometidos por la ideología de la fuerza y la barbarie de un grupo que no llega a representar el 0.07% de quienes viven en el Distrito Federal.

Ahí les dejo una imagen de lo que a mi parecer a veces remediaría esta terrible situación a la que estamos condenados por 5 años más.

Don Miguel Mancera, ¿decidiendo juntos?, y a los millones de afectados por los bloqueos de la CNTE ya los consultó para juntos decidir qué hacer?

Por cierto, y para cerrar, mi reconocimiento a los millones de maestros que este lunes pasado volvieron a las aulas. Sabemos que son más.